domingo, 4 de marzo de 2012

Apuntes sobre trabajo, informalidad y gremios

Desde 2008 hasta la fecha estamos presenciando el aumento paulatino pero constante de lo que se denomina conflictividad laboral. La conflictividad laboral es una estadística que se mide teniendo en cuenta el número de huelgas y cierres de fábricas por año. Luego de períodos en los que hubo niveles relativamente bajos de conflictividad, estamos en una etapa en que vemos el crecimiento de la acción directa como modo de lucha principalmente a partir del crecimiento de los cortes de calles como método. Repasemos un poco los números que provocan el aumento de la conflictividad laboral:

Negro sobre blanco

Del total de la población económicamente activa en la Argentina, el 84% de los asalariados cumplen sus tareas dentro del sector privado, mientras que el 16% restante lo hace dentro del sector público. Además, podemos remarcar que un 33,6% de los trabajadores cumplen sus tareas en lo que se denomina “informalidad laboral”. Este número se mantiene con una leve tendencia en baja en los últimos años, sin embargo sigue en porcentajes muy altos. Recordemos que trabajar en la informalidad consiste en que los asalariados no tienen aportes sociales, seguro de accidentes de trabajo, cobertura médica, aguinaldo, ni se les ata el salario a las negociaciones colectivas de trabajo, por lo que queda en absoluta desprotección ante la patronal que lo emplea.

Los sectores de la economía que presentan mayores índices de informalidad son la construcción, la producción agrícola, el trabajo doméstico y el trabajo en el sector textil. Esos sectores se han caracterizado tradicionalmente, en nuestro país, por tener niveles altos de trabajadores en condiciones informales. Incluso por las propias características de esos sectores, se vuelve muy complicado medir a ciencia cierta la magnitud del fenómeno. Se puede agregar, también, que el propio estado presenta un número importante de trabajadores no registrados: el 12% de los trabajadores asalariados empleados por el estado se encuentra en la informalidad. Como dato anecdótico podríamos mencionar que muchos trabajadores del Ministerio de Trabajo, organismo encargado de controlar el trabajo informal, se encuentran en situaciones irregulares de contratación.

Porcentajes de trabajadores no registrados sobre el total, divididos por región en la Argentina: GBA 34% / Cuyo 36% / NEA 41,5% / NOA 40,8% / Pampeana 31,7% / Patagónica 22,1%.

Podemos leer en una investigación realizada por Eleonora Peliza y María Elena López que “la informalidad también tiene efectos y amplía la brecha respecto de las condiciones de vida, el 45% de los trabajadores informales está debajo de la línea de pobreza (de los cuales el 17% son indigentes), mientras que en el sector formal la incidencia de la pobreza se reduce a 17% (3% de indigencia)”. Los números son muy claros y nos dan un panorama concreto del impacto en la vida de las condiciones laborales. Además, es importante agregar que “el 75% de los trabajadores informales no alcanza a cumplir un año en su trabajo y que la antigüedad promedio en el puesto de los informales es la mitad que entre los formales”.

Trabajadores sin gremios / Gremios sin trabajadores

Junto con el enorme número de trabajadores no registrados en Argentina, vivimos momentos en los que se conjugan un alto grado de desconfianza en los gremios de base por parte de los trabajadores, y empresarios que toman medidas para impedir la filiación gremial de sus empleados. Estos motivos dan como resultado una cantidad muy importante de trabajadores no agremiados entre los que se encuentran registrados. Para graficar esto es importante remarcar que el 63% de los trabajadores registrados en empresas privadas no se encuentran afiliados a sus sindicatos. Recordemos que son los sindicatos quienes negocian los convenios colectivos de trabajo, las condiciones laborales y son los habilitados para defender a los trabajadores ante atropellos o incumplimientos de las patronales.

Del total de las empresas radicadas en argentina el 87,6% no posee delegado gremial. Si segmentamos los datos podemos encontrar que en empresas de 10 a 49 empleados el 92,5% del total no posee delegados gremiales, ni junta interna, mientras que el 47,5% de las empresas con más de 200 empleados no posee representación gremial alguna. Cuanto más pequeña la empresa menos protección gremial tienen los trabajadores y menos posibilidades de agremiarse sin sufrir persecución o despidos.

Sería un error analizar este tema sin hacer mención, aunque no es el motivo de esta nota, al desgaste que ha sufrido la credibilidad de los gremios en los últimos 30 años. Luego de haberse convertido en faros de las reivindicaciones de los trabajadores hasta 1976, ha comenzado un proceso de alejamiento de las bases, cierre a la participación de los trabajadores, burocratización de la toma de decisiones y traición a los propios intereses de clase (obviamente hay algunos casos excepcionales). Estos argumentos, sin duda, aportan su cuota para que tengamos estas grandes cantidades de trabajadores no agremiados. Tampoco es menor, en este punto, la campaña que realizan los medios de comunicación de masas ante las acciones gremiales realizadas por los trabajadores, condenándolas públicamente, poniendo como sinónimos las palabras: gremialistas y delincuente.

Sin embargo, lo que queda claro es que la informalidad laboral y en menor medida los altos niveles de trabajadores no agremiados, son pilares que sirven de sostén a empresarios que se enriquecen con el crecimiento de la economía a “tasas chinas”* en los últimos 9 años. Este crecimiento de la economía de la Argentina no tiene correlación directa en la realidad de los trabajadores. Según la Encuesta Permanente de Hogares en el 3° trimestre de 2011 el 22,2% de los hogares viven con menos de 4500 mensuales. Estos hogares, compuestos por trabajadores (principalmente informales) y desempleados no cuentan con protección de salud de ningún tipo, tiene problemas para enviar a sus hijos a la escuela, etc.

Ante casi una década de una economía que crece incesantemente y un estado que presenta records en recaudaciones todos los años, la lógica del capital y la inexistencia de políticas de protección concretas para proteger los derechos de los trabajadores, muestran la cara depredadora del sistema condenando a la informalidad y a la marginalidad a grandes masas de la población. El camino es la organización de la resistencia que se encuentra en ascenso.


*La tasa de crecimiento del PBI de la Republica Popuar de China ha sido la más alta del mundo en los útlimos 15 años rondando el 10% anual. Cuando un país presenta cifras similares de crecimiento del PBI se dice que crece a “Tasas Chinas”

Fuentes estadísticas: INDEC / TEL

No hay comentarios: