sábado, 23 de marzo de 2013

Derechos laborales para trabajadoras domésticas


Por Jorge Duarte*

Mientras todas las miradas se concentraban en el Vaticano, en el Congreso de la Nación se convirtió en ley el Régimen de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares.

La nueva legislación reglamenta uno de los sectores más desprotegidos del mundo laboral argentino y otorga derechos laborales a, aproximadamente, 1.200.000 trabajadores y trabajadoras. Licencia anual ordinaria, obligatoriedad de ART y descanso regulado son algunos de sus puntos más importantes.
Después de más de 55 años, los trabajadores que desarrollan tareas como Personal Doméstico contarán con un régimen laboral que le reconozca derechos laborales y reemplace el decreto-ley de la dictadura firmado por Pedro Eugenio Aramburu en 1956. El régimen aprobado el miércoles parte de un proyecto enviado por el Poder Ejecutivo en 2010 que fue un reclamo constante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Lo conseguido es un paso muy importante en materia de reconocimientos de derechos para un sector muy vulnerable de los trabajadores.
El nuevo Régimen de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares impactará de lleno en un mundo laboral en el cual reina la informalidad. El número de trabajadores y trabajadoras no registradas en el sector asciende a casi el 85%. De este universo, el 98% son mujeres y de ellas el 38% son migrantes, lo que las coloca en un grado aún más alto de vulnerabilidad. Según un informe del Centro de Estudios Mujeres y Trabajo de la Argentina (Cemyt), del total de las mujeres que se insertan en el mercado laboral, el 20% lo realiza dentro del servicio doméstico y cobran en promedio sólo $9,50 la hora.
El nuevo régimen laboral reconoce derechos básicos como  la jornada de trabajo que no podrá exceder las 8 horas diarias o 48 horas semanales (en caso de superarlos se deberá pagar como horas extra), un descanso semanal de 35 horas corridas a partir del sábado a las 13hs, una licencia anual ordinaria con pago de la retribución normal y habitual de 14 a 35 días según la antigüedad, una licencia paga por enfermedad o accidente inculpable de hasta seis meses y la obligación del empleador de contratar a favor del trabajador una ART. Además, prohíbe el trabajo en el sector para menores de 16 años y establece que para trabajadores de entre 16 y 18 años la labor no podrá superar las 6 horas diarias y las 36 horas semanales. También prohíbe la contratación "con cama" para los trabajadores de entre 16 y 18 años.
Igualmente la ley aprobada el miércoles obliga a la implementación de una libreta de trabajo por cada trabajador y encomienda al Ministerio de Trabajo de la Nación y a la AFIP la elaboración de un sistema de registro simplificado que permita con facilidad formalizar a los trabajadores del sector. También  crea una Comisión Nacional del Trabajo de Casas Particulares como órgano de control y un tribunal para canalizar las denuncias de trabajadores.
Ahora resta que lo votado sea promulgado por el Poder Ejecutivo y que en la práctica la masa de trabajadores y trabajadoras del servicio doméstico conquiste los mismos derechos que sus pares de las demás actividades. Si esto se cumple finalmente podremos festejar un paso adelante en la integración de uno de los sectores más relegados de los trabajadores argentinos.

* Periodista especializado en temas gremiales / @ludistas
Nota originalmente publicada en Marcha

jueves, 14 de marzo de 2013

El legado de Chávez en los trabajadores venezolanos: la LOTTT


Por Jorge Duarte @ludistas

Prohibición de los despidos sin causa, estabilidad laboral, participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas y prohibición de la tercerización son algunos de los derechos obtenidos por los trabajadores venezolanos que, desde hace poco menos de un año, cuentan con la legislación laboral más favorable de la región, la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT).

La LOTTT promulgada por Chávez en las vísperas del primero de mayo de 2012 consolidó el último logro de trascendental relevancia del gobernante bolivariano que llevaba entonces 13 años al frente de la República de Venezuela. La legislación laboral que comenzó a regir los designios de los trabajadores venezolanos desde entonces se convirtió en el faro a seguir por los movimientos obreros de una región latinoamericana todavía golpeada por los designios del neoliberalismo. Con un total de 554 artículos y una extensión importante, le nueva ley venezolana abarca la totalidad de la vida laboral, reconoce derechos históricamente perseguidos por el movimiento obrero y establece sanciones ejemplificadoras para quienes no se adecuen a ella.

Verdad de perogrullo es que la legislación laboral Argentina desde el peronismo en adelante era un ejemplo para los demás países de la región. Esa legislación que fue atacada sistemáticamente desde los gobiernos de facto en adelante y que hoy se encuentra en pleno debate por los flagelos del trabajo no registrado, la tercerización y el fraude laboral que la aquejan ha sido superada. La LOTTT venezolana otorga mayores reconocimientos de estabilidad laboral a los trabajadores, prohíbe los despidos injustificados y sanciona a quienes los practiquen con penas de prisión efectiva. Además, los trabajadores ante la existencia de un despido injustificado tienen derecho de solicitar su reincorporación inmediata y cobrar los días caídos.

Trascendental en la LOTTT es la presunción amplia de la existencia de relación de trabajo y la prohibición de la tercerización, una de las mayores deudas de la legislación Argentina. La nueva legislación laboral bolivariana establece que la tercerización se considera fraude y queda prohibida. La ley entiende por tercerización del trabajo a aquellas actividades de carácter permanente que están relacionadas de manera directa con el proceso productivo y sin cuya ejecución se afectarían o interrumpirían las operaciones. Todos los trabajadores cuentan los mismos derechos y un agregado: se establece el principio de intangibilidad y progresividad de derechos y beneficios laborales, por lo tanto no podrán sufrir desmejoras y tenderán a su progresivo desarrollo.

También la legislación laboral venezolana estableció las licencias maternales más extensas del continente con permisos prenatales de 6 semanas y postnatales de 20 semanas y un período de inamovilidad del trabajador de su cargo por el lapso de 2 años después de haber tenido familia. Además, se reduce el período de prueba a un mes y establece que el bono vacacional de los trabajadores es de 15 días más un día adicional por cada año de servicio, hasta un total de 30 días, lo que amplió en 8 días la legislación que se encontraba vigente hasta entonces.
Un tema que está desde hace tiempo en agenda del movimiento obrero organizado en la Argentina y que incluso tiene proyectos presentados en la Cámara de Diputados es la participación de los trabajadores en las ganancias. Ese derecho, de avanzada para la legislación de la región, también se concede en la nueva LOTTT venezolana. Se le reconoce a todo trabajador el derecho a participar en las ganancias empresarias por un equivalente al 15% de los beneficios líquidos anuales.

No menor en la misma legislación es la estabilidad laboral garantizada para quienes tengan fueros sindicales o participen de negociaciones paritarias. Asimismo se propone la titularidad individual del derecho de huelga con la consiguiente estabilidad durante su ejercicio. De esta manera, se admite el piquete, la huelga de solidaridad y la estabilidad de todos los trabajadores mientras ejerciten la huelga mediante el fuero sindical previamente explicado. Estas cláusulas ya lograron la representación  de trabajadores en fábricas y empresas donde antes no había posibilidad de obtenerla. También permitió de pelear, con la protección de estabilidad laboral, salarios y condiciones de empleo dentro de los establecimientos.

Esta nueva legislación en material gremial, pionera en toda la región, es uno de los grandes legados que dejó Chávez tras su partida a todos los países de la región. Garantizar esta legislación laboral, sostener las políticas sociales y profundizar los procesos de inclusión característicos de los años del gobierno chavista son sólo algunos de los desafíos que se les plantean a los trabajadores venezolanos de cara a una nueva etapa. Las cartas están echadas y en breve empezaremos a ver algunos indicios de lo que viene.

viernes, 8 de marzo de 2013

Paritarias 2013: conflictividad gremial y acuerdos dispersos

Por Jorge Duarte @ludistas


Tras los primeros 2 meses se puede empezar a evaluar el desarrollo de las negociaciones paritarias de 2013. Pioneros en las negociaciones nacionales 2013 fueron los trabajadores Bancarios, Aceiteros, de Luz y Fuerza y Docentes. Los cuatro casos presentaron una variedad de modalidades de acuerdos y una “conflictividad latente” que promete con extenderse.

El 2013 arrancó con la certeza que será un año donde la conflictividad gremial estará a la orden del día. Los debates en torno al monto de inflación de 2012, patrón con el cual se suelen discutir las actualizaciones salariales, y la aceleración del aumento de precios generó un clima enrarecido de negociación. Desde el gobierno sugirieron que una cifra adecuada de actualización salarial sería alrededor del 20%. De plano los gremios enrolados en las diversas centrales sindicales descartaron el porcentaje por insuficiente e insistieron en que debía colocarse en torno al 25% o 30%.
Sabido es que las negociaciones paritarias cuentan con la presencia de empleadores y trabajadores. Lo que es menos conocido es el rol importante que el gobierno, a través del Ministerio de Trabajo, desempeña para poder acercar posiciones (o todo lo contrario). En 2013 el Ministerio de trabajo comenzó desempeñando un rol activo en las negociaciones salariales. Desde el inicio de las reuniones de Aceiteros y Bancarios hubo declaraciones de esos sectores empresarios con alta rentabilidad que expresaban que desde el gobierno recibían presiones para no otorgar aumentos a sus trabajadores que disparen las expectativas salariales en otros sectores. Mantenerse alrededor del 20% era la directiva aunque pudieran dar más por la rentabilidad del sector.
El futuro llegó y las paritarias 2013 ya comenzaron a palparse en los bolsillos de los trabajadores. Los cuatro gremios que hicieron punta de lanza en las negociaciones, por tener acuerdos que vencen con el año calendario, son: Aceiteros, Bancarios, Luz y Fuerza y Docentes. Con negociaciones que se presentaron más complejas que años anteriores se puede comenzar a sacar algunas conclusiones de los acuerdos a los que arribaron. Vemos lo que reflejan los números:

Cuadro n° 1: Acuerdos paritarios 2013

Porcentaje (%)
Cuotas
Período
Suma fija
Aceiteros
22 a 25*
1
12 meses
$5.520
Bancarios
20**
1
3 meses
$770
Docentes
22
3
12 meses
No
Luz y Fuerza
31,6
3
18 meses
No
Fuente: Elaboración propia en base a diversas fuentes gremiales
* Entre 22% y 25% de acuerdo a la categoría.
** Se acordó una suma fija equivalente al 20% del salario mínimo como acuerdo puente.

La constante en las negociaciones paritarias hasta ahora fue la conflictividad y las presiones del Ministerio de Trabajo. Los gremios de las cuatro actividades que al momento tienen negociaciones cerradas han llegado a la instancia de decretar un paro nacional (en el caso de Luz y fuerza no llegó a concretarse) por falta de propuestas satisfactorias. Incluso los trabajadores Aceiteros declararon un paro por tiempo indeterminado hasta cerrar las negociaciones. El resto, el contenido de lo firmado, es variable y presenta una multiplicidad de alternativas imprevistas antes del inicio de sentarse en la mesa de diálogo.
Los primeros en acordar, luego de un paro de actividades y semanas de negociaciones fueron los trabajadores bancarios. Con una modalidad que suelen repetir año tras año, un arreglo por 3 meses con una suma fija a cuenta de futuros aumentos, dieron el puntapié inicial en materia de pelea salarial. La disputa de los Bancarios este año contó con el ingrediente de un actor inesperado: El Ministerio de Trabajo que se negaba a homologar un acuerdo por corto plazo. Finalmente, y con arreglo de partes fuera del ámbito ministerial, se firmó que los trabajadores del sector percibirán por 3 meses $1.444 (equivalente al 20% del salario mínimo garantizado de la actividad) más una suma por única vez de $770. Corto plazo resuelto y a seguir negociando cuando aclare el panorama.
No menos conflictiva fue la paritaria de los trabajadores Aceiteros, quienes negociaron un mes y, luego de la etapa de conciliación, dispusieron un paro por tiempo indeterminado hasta firmar un acuerdo salarial. La situación se destrabó 36 hs. más tarde sellando incrementos para el sector que van desde el 22% al 25% de acuerdo a la categoría de convenio y una suma fija de $5.520. Acuerdo tradicional que fue el primero en perforar el techo del 20% para los 15 mil trabajadores del sector.
Distinta suerte corrieron los Docentes. Con negociaciones que prometían comenzar en enero para no llegar con conflicto al inicio de clases, el 2013 los dejó en una situación similar a la del año anterior. Días antes del inicio del ciclo lectivo, sin acuerdo de los gremios, el Gobierno Nacional decidió cerrar unilateralmente las paritarias y otorgar un aumento del 22% en 3 tramos que dejó altamente disconformes a los trabajadores. De esta manera, sin negociaciones nacionales para zanjar la diferencia, las clases empezaron con un paro de los 5 gremios nacionales y a la espera de un plan de lucha. Decreto que no hizo más que cristalizar la discrepancia.
La semana pasada se selló la paritaria de los trabajadores de Luz y Fuerza. El gremio, que tiene el acuerdo salarial vencido el 31 de diciembre, pactó un incremento del 30% en 3 tramos por un lapso de 18 meses. Este arreglo dispone un incremento del 18% a partir de enero del 2013, el 5% no acumulativo desde junio y un 7% acumulativo a partir de enero del 2014. Al ser este último 7% acumulativo termina redondeando un incremento total en el lapso de 18 meses de 31,6%. Paritaria extendida, que mantiene el techo del 20% para 2013 y deja a los 12 mil trabajadores del sector sin nuevas negociaciones hasta mitad de 2014.
Al cierre de la primera tanda de negociaciones entre trabajadores y empresarios podemos concluir que la dinámica ha sido previsible. Un año que prometía una conflictividad gremial en ascenso hasta el momento demostró que en todos los casos se cumple con esa profecía. Lo que ha sido menos previsible es el contenido de los acuerdos. Si bien se esperaba que la disputa se presente en torno a perforar el techo del 20%, lo que no estaba claro era si los trabajadores podrían conseguir acuerdos semestrales. Hasta el momento no ocurrió, y la sorpresa la dio Luz y Fuerza con un acuerdo extendido (18 meses) que amenaza con replicarse en otras actividades. De marzo a mayo vencen la mayor parte de los acuerdos salariales vigentes. Veremos si se respetan estos patrones, si las centrales sindicales más combativas logran mejores aumentos o la dinámica de lo impensado se vuelve a instalar en la mesa de discusión.