sábado, 15 de marzo de 2014

Las perspectivas de las paritarias 2014

Por Jorge Duarte @ludistas

Menor dinamismo en la creación de puestos de trabajo, bajos niveles de desempleo, caída del salario real y la aceleración de la inflación condimentan las paritarias del 2014. La dispersión en las cúpulas sindicales y la devaluación terminan de armar un rompecabezas por demás complejo.

A principios de año Héctor Méndez, titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), pronosticó que las paritarias del 2014 serán un combate. Los distintos componentes del mercado laboral parecen confirmarlo. El 2013 mostró un menor dinamismo en la creación de puestos de trabajo, que encendió las primeras luces amarillas sobre el tema.
El economista Ariel Setton explica que “durante el último año, 107.000 personas dejaron de buscar trabajo, casi tanto como quienes dejaron de ser desocupadas (102.000). La diferencia entre ambas es gente que perdió el empleo”. Vale resaltar que en los últimos 10 años sólo hubo dos períodos con destrucción neta de empleo interanual: el segundo trimestre de 2009, y el tercer trimestre de 2013.
Aún con un mercado laboral menos pujante, encontramos la desocupación que se ubica en torno al 6,8% y expresa el segundo nivel más bajo de los últimos 10 años. Por este motivo muchas actividades de la producción y del sector servicios, a pesar de no tener una economía en crecimiento, van a negociar las salarios en un escenario de pleno empleo y sin la presión y el disciplinamiento que la desocupación genera al momento de sentarse frente a las patronales.
En lo que respecta a los ingresos de los asalariados, 2013 marcó un retroceso. Si bien los ingresos mostraron un crecimiento general en la década luego del piso histórico de 2002, en 2011 y 2012 las subas fueron casi imperceptibles y en 2013 llegó la caída. El “Informe de Coyuntura” de febrero de este año publicado por el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), dependiente de la CTA de Hugo Yasky, indicó que “después de dos años consecutivos de ligeros crecimientos del salario real, el poder adquisitivo del salario cayó 0,4% en 2013”. Una mala señal de cara a lo que se viene, principalmente con la devaluación que disparó aumentos generalizados de precios.
Estos datos no sorprenden si tomamos en cuenta que este período de freno y posterior retroceso salarial coincide con la aceleración de los niveles de inflación. Si bien las paritarias siguieron su curso, en estos últimos años las recomposiciones de haberes comenzaron a no ganarle a las subas de precios.
Ante la pérdida de poder adquisitivo y la aceleración del proceso inflacionario, dirigentes sindicales y empresarios se encontrarán ante dos alternativas: revertir la situación con acuerdos que refuercen los ingresos de los asalariados y, por ende, el mercado interno o actualizaciones que tiendan a profundizar el estancamiento y deterioren el nivel de vida de los trabajadores.
Desde los distintos sectores sindicales ya anticiparon que irán por paritarias que reflejen la “inflación del supermercado”. Todos coinciden, incluso los gremios más cercanos al gobierno nacional, en que las negociaciones no pueden cerrar debajo del 30%.
El menor dinamismo de la economía, ingresos deteriorados por la inflación y una situación propicia para la presión sindical alentada por el “pleno empleo” en muchos sectores, colocan a las paritarias 2014 frente al panorama más complejo de la posconvertibilidad.