martes, 30 de julio de 2013

Sube pero no despega

Por Jorge Duarte @ludistas
Por décimo año consecutivo se reunió el Consejo del Salario para pautar el nuevo monto del Salario Mínimo Vital y Móvil que regirá hasta 2014. El resultado del encuentro fue una suba del 25.2% en 2 tramos que elevará el mínimo a $3.600 desde enero de 2014.
Ayer hubo un nuevo encuetro del Consejo del Salario que fijó el monto del Salario Mínimo Vital y Móvil que regirá por los próximos 12 meses. De la reunión participaron la CGT que encabeza Antonio Caló, la CTA de Hugo Yasky y las cámaras patronales. Sin presencia del sindicalismo opositor se anunció que el Salario Mínimo pasará de los $2.875 actuales a $3.300 desde agosto y a $3.600 en enero de 2014. La movilidad acordada se encuentra en línea con la media de los acuerdos salariales pautados en 2013 y cierra, simbólicamente, otro ciclo de las negociaciones colectivas.
Los representantes de las centrales sindicales que participaron del encuentro se mostraron conformes con lo conseguido, ya que está en concordancia con lo que buscaban. Hugo Yasky sostuvo que lo concertado “colmó nuestras expectativas” y que  “llevar el Salario Mínimo Vital y Móvil a $3.600 es un nuevo avance”. Por su parte, Antonio Caló expresó: “tenemos el mejor salario mínimo de Latinoamérica” y agregó: “lo decidido es lo mejor para el momento actual”.
Como era previsible la CGT Azopardo comandada por Hugo Moyano y la CTA conducida por Pablo Micheli mostraron la contracara. En una conferencia de prensa realizada en el mediodía de ayer rechazaron la convocatoria del Consejo del Salario por ilegal y consideraron insuficiente un mínimo que ronde los $3.500. Ambas centrales coincidieron en que el Salario Mínimo Vital y Móvil debería alcanzar, al menos, los $5.200 para cubrir las necesidades de un trabajador.

Sobre el Consejo del Salario y sus funciones olvidadas
El Consejo del Salario es un ente de discusión tripartito en el que se encuentran representados los trabajadores, a través de sus organizaciones gremiales, las patronales y el Poder Ejecutivo. Las funciones principales del Consejo del Salario son: determinar el salario mínimo vital y móvil; determinar los mínimos y máximos del seguro de desempleo; y aprobar los lineamientos, metodología, pautas y normas para la definición de una canasta básica que se convierta en un elemento de referencia para la determinación del salario mínimo, vital y móvil. De estas 3 funciones principales, se cumple sólo con la primera y parcialmente.
Entre las funciones olvidadas por el Consejo se encuentra la necesidad de aprobar lineamientos para generar una canasta básica que sirva de referencia para establecer un salario acorde a las necesidades de un trabajador. Esta herramienta es fundamental para estipular si el Salario Mínimo Vital y Móvil cumple su función legal: “ser la remuneración mínima que debe percibir un trabajador sin carga de familia en su jornada laboral que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”. Tras la intervención del INDEC, y ante la falta de estadísticas confiables, se hace difícil determinar cuál debería ser ese monto. La Junta Interna de ATE–INDEC que todavía mide la canasta básica de bienes y servicios difundió que su costo ascendía a $7.006 mensuales a enero de 2013. Este número podría ser considerado un parámetro para ser tenido en cuenta al momento de la discusión.

Sobre la evolución del SMVM
Desde 2004 en la Argentina se vuelve a discutir el Salario Mínimo Vital y Móvil y, de esa manera, se recupera una herramienta fundamental de la democracia para establecer pautas distributivas y formular políticas activas de redistribución de la riqueza. Por décimo año consecutivo habrá movilidad salarial para los 113.ooo trabajadores en los que impacta la medida, aunque la movilidad no asegura por si misma ni mejor y ni mayor distribución de la riqueza.
Las reuniones del Consejo del Salario en la primera parte de la década se realizaban previas a la mayoría de las negociaciones colectivas y pactaban un aumento salarial importante que se convertía un insumo fundamental para lo que venía. A partir de 2006 cambió la dinámica y los incrementos del SMVM se realizan una vez finalizadas las discusiones salariales y con incrementos menores. Como bien expresa el Informe Anual 2012 del Observatorio del Derecho Social “El SMVM a partir del año 2006 se convirtió en una cifra que corola las negociaciones ya realizadas, perdiendo su fortaleza como herramienta de presión para la negociación salarial”.
Con el cambio de prácticas desde 2006 y el estancamiento de la dinámica que tenía previamente, el Salario Mínimo Vital y Móvil comenzó a perder terreno y alejarse del salario neto promedio percibido por los trabajadores registrados del sector privado.

Cuadro 1: Evolución del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) y del salario neto promedio de los trabajadores registrados del sector privado (2006-2012)
Fuente: Observatorio del Derecho Social
Los números reflejan que el Salario Mínimo pasó de representar el 53% del salario promedio de los salarios de los trabajadores registrados en el año 2006 a representar el 44% en 2012. Es decir, el SMVM tuvo un retroceso del 17% en el lapso de 6 años con respecto al salario neto promedio de los trabajadores registrados. Además, es importante remarcar que el Salario Mínimo se encuentra lejos de los salarios básicos de los convenios colectivos, por lo que pierde importancia como referencia para quienes menos ganan.
Las reglas del juego que retornaron en 2004, luego que se reinstalaran las discusiones salariales, no han logrado cambiar la estructura distributiva que se sostiene en Argentina. Si bien tuvo algún dinamismo al inicio, el Consejo del Salario sólo cumple la función de asegurar una movilidad salarial que consolida la inmovilidad estructural.
Recuperar un Consejo del Salario que cumpla un rol protagónico para asegurar mayor y mejor distribución a través de un Salario Mínimo que asegure acceso a condiciones de vida dignas sigue siendo una cuenta pendiente. Por ahora, el mínimo sube pero no despega.

martes, 23 de julio de 2013

Números y características de la informalidad laboral alrededor del país

Por Jorge Duarte
Con la baja de la desocupación en la última década, la informalidad laboral se convirtió en el principal disciplinador de los trabajadores argentinos. Carencia de derechos, salarios más bajos, quiebre de los lazos de solidaridad y mayor vulnerabilidad son algunas de las caras del fenómeno.

Tras una década de postconvertibilidad la informalidad laboral se consolidó como el principal problema de los trabajadores argentinos ocupando el lugar que tuvo la desocupación en los 90´s. Los números marcan que el fenómeno se extiende en todo el país y cruza transversalmente el mercado laboral argentino. Concretamente el 2012 cerró con el 34,6% de los asalariados en esta situación, tomando datos de INDEC. Los valores varían de acuerdo a las distintas regiones, pero en ningún caso bajan del 21%.


Los valores más importantes de trabajo no registrado se encuentran en el Norte del País, donde alcanzan el 43,6% en NOA y el 38% en el NEA. Por su parte, la Región Patagónica muestra el comportamiento opuesto presentando los valores más bajos del fenómeno que, sin embargo, todavía asciende al 21,4%. También es importante mencionar que en el Gran Buenos Aires encontramos un 35,1% de trabajo no registrado que supera la media del país y, además, se coloca por encima de las medias de Cuyo, de la región Pampeana y de la región Patagónica.
Ser un trabajador no registrado significa no contar con los derechos laborales establecidos por las leyes vigentes, pero también significa no tener beneficios sociales, percibir salarios más bajos que el promedio de la actividad que se realiza, encontrarse en una situación de mayor vulnerabilidad en lo referente a la conservación del empleo, no tener las condiciones ni los seguros necesarios para ejercer la actividad y no poseer protección para poder organizarse y buscar mejoras en salarios y en condiciones de empleo. La informalidad es un poliedro de muchas caras que, en simultáneo, vulneran los derechos básicos de los trabajadores que lo sufren y sus familias.
Cabe destacar que hasta 2008, en el primer período de la postconvertibilidad, hubo una fuerte caída de la informalidad laboral. Sin embargo, ese proceso se estancó y desde entonces a la fecha con variaciones de (+/-) 2 puntos siempre rondó el 35%. Esta cifra, entonces, parece representar el límite impuesto al proceso de incorporación al trabajo formal y marca condiciones de explotación sumamente favorables a la rentabilidad empresaria.
Es importante remarcar la necesidad y urgencia de generar políticas públicas activas impulsadas desde el Ministerio de Trabajo que es el encargado de ejercer el rol de policía laboral para combatir este fenómeno. Tras una década en la que la creación de empleo fue muy importante, avanzar sobre las condiciones en las que se trabaja debe ser prioridad para poder garantizar la inclusión de los empleados.



*Periodista especializado en temas gremiales /  http://escritosdeclase.blogspot.com.ar / @ludistas

lunes, 22 de julio de 2013

El año que vivimos con 5 centrales sindicales

Por Jorge Duarte*
A días de haberse cumplido un año de la fractura formal de la CGT los avances del movimiento obrero organizado en torno a su agenda de reivindicaciones fueron prácticamente nulos. La disputa por la legalidad y la legitimidad siguen vigentes mientras la atomización no cesa.
12 de julio de 2012 marcaba el calendario y los gremios moyanistas elegían su conducción de la CGT en Ferro sin la presencia de los gremios denominados gordos e independientes, quienes un tiempo más tarde harían lo propio en Obras. En Ferro se consolidaba la fractura de la central más grande de trabajadores de la Argentina, aunque hacía tiempo que era evidente el desenlace. A un año de ese hecho, la agenda de reivindicaciones sindicales sigue siendo la misma y no hubo avances significativos sobre ninguno de los temas que la componen.
Mientras Moyano asumía su tercer mandato al frente de la CGT Azopardo y daba su primer discurso, que comenzaba a tener un matiz opositor hacia las legislativas de 2013, los representantes de los sindicatos que participaron de la cita expresaban sus dudas sobre el resultado que podría traer en el futuro una central atomizada. Se temía que la fragmentación atente contra la capacidad de movilización y de presionar para avanzar en las cuestiones pendientes. Las dudas tenían fundamento.
Al cumplirse 1 año de la última fractura de la central sindical y con 5 conducciones sindicales (3 CGTs y 2 CTAs) las conducciones gremiales han demostrado debilidad y tuvieron que pasar a una postura defensiva. Desde los sectores que continúan afines al gobierno nacional se escuchan más posiciones que plantean proteger lo conseguido que voces que presionen para avanzar sobre lo pendiente (léase el proyecto de participación de los trabajadores en las ganancias empresarias; el proyecto para regular las tercerizaciones; una reforma tributaria integral que elimine el IVA, etc.).
La debilidad que dejó en evidencia la ruptura del año pasado logró que no alcance sólo con la postura dialoguista y reflexiva de los gremios que lidera Caló, ni tampoco con la posición confrontativa encarnada por Moyano para conseguir alguna mejora. Perdieron todos.
También presenciamos este año la partidización y los posicionamientos abiertamente oficialistas u opositoras de las centrales. Esa partidización, que supera la lógica de politización que tiene cualquier acción sindical, repercutió en mayor descrédito y en una cantidad de gremios que no se sienten representados por ninguna de las 5 conducciones. Con la certeza de que no se conseguirán sus objetivos sólo con guiños al gobierno nacional, ni sólo con movilizaciones opositoras, son muchos los gremios que decidieron alejarse de CGTs disminuidas y esperar una reunificación en un futuro cercano.
Con el advenimiento de las elecciones 2013, las heridas por el cierre de listas a cuestas y la partidización de las centrales muy fresca, habrá que esperar que aclare el panorama para presenciar el cese de la sangría y ver si se vuelve a juntar lo que las conducciones desunieron.

*Periodista especializado en temas gremiales /  http://escritosdeclase.blogspot.com.ar / @ludistas


Nota originalmente publicada en Marcha

miércoles, 3 de julio de 2013

Movimiento obrero, listas y después


Por Jorge Duarte 

En un momento donde la dispersión del movimiento obrero organizado en cinco centrales es una realidad que se consolidó con fuerte influencia de las diferencias político partidarias, el cierre de listas volvió a abrir grietas que amenazan con reacomodar las piezas de un rompecabezas que no termina de armarse.

Desde hace muchos años la participación en la arena política electoral de los representantes de la Centrales Sindicales es parte importante del debate de cara a cada uno de los comicios.
No es una novedad que el Movimiento Obrero Organizado (MOO) busque, por medio del camino electoral, alternativas políticas para llevar su agenda de reivindicaciones a los espacios legislativos. En muchas ocasiones a lo largo de la historia las centrales sindicales han decidido participar orgánicamente de proyectos con diversos representantes en listas para que sean quienes garanticen la defensa de sus intereses. Quizás el momento cúlmine de esta concepción se logró en los años 70´s cuando la CGT obtenía el, desde entonces ansiado, 33% de los lugares en las listas del peronismo. Producto de ese acuerdo en el último gobierno de Perón la CGT contó con 47 diputados propios y, además, consiguió 3 ministerios en los que pusieron hombres de su confianza. Desde entonces el 33% ronda cada vez que se arman las listas y es la aspiración de los representantes de la CGT.

El cierre de listas 2013 llega en un momento en que las centrales sindicales cuentan con sus fuerzas diezmadas por las constantes divisiones que sufren. Con la CGT Azopardo encabezada por Hugo Moyano, la CTA encabezada por Micheli y la CGT Celesta y Blanca de Barrionuevo abiertamente opositoras y con la CGT Alsina liderada por Caló y la CTA que conduce Yasky consolidadas en su apoyo al oficialismo el cierre de listas tenía resultados previsibles. Por un lado las CGTs opositoras buscarían encontrar un candidato “peronista” que los contenga y la CTA de Micheli una alternativa de centroizquierda en la que pueda encolumnarse. Por otra parte las dos centrales oficialistas buscarían retribución por su apoyo incondicional con lugares en las listas del FPV. Sin embargo no todo se desarrolló como se esperaba y los acuerdos finales dejaron muchos heridos.

Si repasamos los nombres presentados por el oficialismo encontramos muy escasa participación de hombres de la CGT de Caló, que había solicitado públicamente por medio de uno de sus referentes, el taxista Omar Viviani, el 33% de los lugares en las listas. Concretamente sólo el hombre de SMATA (mecánicos) Oscar Romero obtuvo un lugar 11° en las listas del FPV en la Provincia de Buenos Aires que lo deja en una posición expectante. El resto de los espacios conseguidos en las listas están lejos de poder ingresar a algún espacio de representación. Por su parte la CTA de Yasky no obtuvo ningún lugar en las listas del FPV. Con los cierres consolidados las conducciones de ambas centrales salieron a respaldar públicamente al FPV de cara a las PASO pero no pudieron evitar las internas y las fisuras.

Tanto Caló como Yasky sufrieron la migración de referentes de su espacio a la lista del Frente Renovador que encabezará el intendente de Tigre, Sergio Massa, en la Provincia de Buenos Aires. Hugo Yasky tuvo que presenciar la candidatura por el “Massismo” de Fabián Alessandrini, un histórico dirigente de ATE Zona Norte y referente de su espacio; mientras que Caló se sorprendió con la incorporación de Hector Daer Secretario General de Sanidad, además actual Secretario de Prensa de su CGT, en el lugar 11° del mismo Frente. Ambos casos dispararon internas y dejaron a la vista las diferencias que se vienen expresando desde diversos sectores que no están conformes con las respuestas del gobierno nacional a su reclamos. Las internas, principalmente en la CGT, arrecian y Daer expresó que su decisión no fue personal, sino que responde a un grupo de gremios, los tradicionalmente conocidos como “Los Gordos”. La ruptura es inminente.

En lo que respecta a la CGT Azopardo, en la Provincia de Buenos Aires finalmente dio prioridad a su acuerdo con Francisco De Narvaez y el gobernador cordobés De La Sota. En este sentido colocaron a Omar Plaini, Secretario General del gremio de Canillitas y actual Secretario de Prensa de la CGT, como 2° candidato a diputado nacional, mientras que Susana Laburu del SOEME se encuentra en el 6° lugar. En ambos casos los candidatos de la CGT cuentan con posibilidades concretas de ingresar a la cámara. Además, el líder de la UATRE, también parte de la CGT Azopardo, Gerónimo Venegas encabezará en la Provincia de Buenos Aires la lista de su partido FE. En este caso el desafío será superar las PASO. En lo que refiere a la Ciudad de Buenos Aires, el moyanismo presentó el partido Unidad del Trabajo y la Producción que encabezará el líder de los trabajadores judiciales Julio Piumato. Como curiosidad encontramos, también en la ciudad, un hombre que responde a la central del líder camionero en las listas del FPV. Es el caso de CABA Alejandro Amor, un hombre de Amadeo Genta (SUTECBA) que será el candidato 9° sin chances de acceder a la cámara.

Menos conflictiva fue la decisión tomada por la CTA que conduce Pablo Micheli. La central en las próximas elecciones apoyará orgánicamente al Frente Camino Popular en la Ciudad de Buenos Aires y dará su respaldo al Frente Popular, Democrático y Social (Podemos) en la provincia de Buenos Aires. En ambos casos se encuentran varios candidatos del movimiento obrero en las listas aunque las chances que tiene de alcanzar bancas son complicadas. Se evaluó hasta último momento la candidatura de Pablo Micheli, sin embargo primó la postura de no mezclar en el referente del espacio el camino sindical y el electoral.

La CGT Celeste y Blanca de Luis Barrionuevo también juega su partido de cara a las PASO. El dirigente gastronómico, uno de los más entusiastas promotores de la candidatura de Massa, logró colar algunos referentes de su central dentro las listas a diputados provinciales del Frente Renovador.

La presencia de hombres de la misma central en diversas listas no sorprendería con un MOO unido en una central de trabajadores independiente. En la situación actual con las fracturas expuestas, con posturas políticas que priman sobre la agenda de reivindicaciones sindicales y con la capacidad de influencia diezmadas por las segmentaciones, ninguna central tuvo capacidad de conseguir un lugar relevante en los armados de cara a las elecciones 2013. Además  las grietas abiertas por el cierre de listas pueden redundar en un reacomodo de la relación de fuerzas de las centrales sindicales de cara al futuro. De esta manera, las elecciones dejarán más heridas por saldar que representantes en el congreso.

*Periodista especializado en temas gremiales /  http://escritosdeclase.blogspot.com.ar/ / @ludistas

Nota originalmente publicada en Marcha