lunes, 16 de septiembre de 2013

Tan informales como siempre: INDEC informó 34,5% de trabajo no registrado

Por Jorge Duarte*

Después de una semana en que el combate al trabajo informal fue tema de agenda, en la tarde de ayer el INDEC informó los números de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) 2º trimestre 2013. El trabajo no registrado se ubica en el 34.5% y mantiene los niveles de los últimos 6 años. Casi 4,5 millones de trabajadores sin cobertura social ni derechos laborales trabajan “en negro”.

Ayer el INDEC dio a conocer los números de la EPH correspondientes al 2ª trimestre de 2013. El trabajo no registrado, principal problema del mercado laboral argentino, se ubica en el 34,5% y se mantiene en niveles similares desde 2007. A pesar de los años de crecimiento económico parece consolidarse un núcleo duro de informalidad que precariza condiciones de empleo y, como derivado, familias.
Esta semana el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en una reunión que encabezó con empresarios y gremialistas dio a conocer el informe “Trabajo no registrado: avances y desafíos para una Argentina inclusiva”. En él se expresa que en la Argentina se “contabiliza alrededor de 4,5 millones de trabajadores no registrados en el total urbano del país”. Si hacemos foco sobre el núcleo de empleo no registrado encontramos que “sobre el total de trabajadores no registrados, más de 2,4 millones se concentran en el trabajo doméstico, el comercio y la construcción”.

Cuadro 1: Tasa de empleo no registrado según rama de actividad 4ª trimestre 2012.

Si bien se observa que el fenómeno se presenta en las diversas ramas de actividades, se destaca su alta participación en la Construcción, Hoteles y Restaurantes y Comercio. Estos sectores evidencian los mayores porcentajes de informalidad en unidades productivas.
Por otro lado, hay que destacar las diferencias de localización del fenómeno, lo que complejiza la situación. Según el Ministerio de Trabajo de la Nación del total de asalariados no registrados, el 25% se encuentra desarrollando su tarea en hogares, el 31% lo hace en unidades productivas donde también hay empleo registrado y el 44% en unidades productivas completamente informales.
Esta heterogeneidad en la composición del empleo no registrado contrasta con la homogeneidad de deseos de los asalariados: “Según el módulo de Informalidad Laboral aplicado a la EPH, el 95% del total de los asalariados no registrados se encuentra en esa situación porque el empleador sólo lo aceptaba trabajando de ese modo”.

*Periodista especializado en temas gremiales

La muerte de Lescano y las renovaciones que no renuevan

Por Jorge Duarte*

La denominada democracia sindical está en debate mientras el alejamiento de los líderes sindicales de sus bases parece ser una constante. En los grandes gremios, durante los últimos años, sólo se dieron cambios de nombres por fallecimiento o por procesamientos judiciales. Perpetuidad en la conducción y continuidades de políticas es la regla.

El lunes por la madrugada falleció el histórico líder de Luz y Fuerza, Oscar Lescano. Con 80 años de edad, y casi 29 al frente de la seccional Capital de Luz y Fuerza, Oscar Adrián Lescano representó un caso más de líderes gremiales que se perpetuán en sus cargos, se alejan de las necesidades de los trabajadores del sector que representan y conviven con políticas de entrega de derechos. Lescano participó de la vida gremial desde 1964, fue miembro de la Comisión de Gestión y Trabajo (CGT) que se inclinaba por una línea de negociación con la dictadura en 1978 y con la llegada de la democracia consigue la conducción de la seccional Capital Federal de Luz y Fuerza, lugar del que no se alejaría hasta su muerte.+
Amigo del ex - presidente Alfonsín, partícipe de las políticas de privatización de los noventa que atacaron duramente al sector y cómplice de las tercerizaciones, Lescano supo posicionarse como uno de los referentes de los denominados “Gordos de la CGT” para manejar poder y recursos. Nacido en el sur del Conurbano Bonaerense, pero asentado desde hace años en el norte, se despidió de su sillón un oficialista de todos los oficialismos, orgulloso de esa característica.
Mientras las políticas de privatización y desregulación estatal atacaban a los trabajadores de Luz y Fuerza con despidos masivos (algunos disfrazados bajo la figura de “retiro voluntario”), sustitución de personal con antigüedad y experiencia política por nuevo personal sin experiencia y con contratos más flexibles, pérdida de derechos laborales y estabilidad en los cargos, el surgimiento de las tercerizaciones, el aumento de la carga laboral y de los accidentes en el trabajo y la consolidación de una Federación Sindical pro empresarial, Oscar Lescano fue denunciado por la compra de una casa por el monto de u$s1.5 millones a nombre de un testaferro y se lo acusaba de ser partícipe del negocio de las tercerizaciones, al igual que su por entonces socio dentro de “los Gordos”, el ferroviario José Pedraza. Pérdida para miles, negocios y millones para un puñado.
El cambio de nombres forzado parece ser la constante en la superestructura del sindicalismo argentino. El caso de Lescano se suma a los ocurridos en los últimos años en gremios como la UOM, Ferroviarios, La Bancaria, SMATA y UTA. Si analizamos las situacionesque se viven en los grandes gremios, encontramos que donde hubo cambio de nombres, siempre hubo situaciones forzadas por dos grandes motivos. 1) fallecimiento después de largos períodos en la conducción; o 2) casos de procesamientos penales que catapultaron salidas tras muchos años al frente de sus gremios.
Entre los casos de cambios de nombres en la conducción por fallecimiento encontramos el caso del propio Oscar Lescano con casi 29 años al frente de Luz y Fuerza seccional Capital. Además la lista la engrosan “el Loro” Lorenzo Miguel, fallecido en 2002 luego de 32 años al frente de la UOM y José Rodriguez, fallecido en 2009, luego de dirigir SMATA por la friolera de 36 años. Los tres fueron denunciados por situaciones de enriquecimiento o fraude mientras estaban al frente de sus sindicatos.
Entre los que dejaron sus cargos de conducción por causas judiciales, el caso paradigmático es el del dirigente ferroviario José Pedraza, quién luego del procesamiento (y posterior condena) por el asesinato del militante Mariano Ferreyra debió abandonar el lugar que ocupó por 28 años. También por denuncias de corrupción, y un escándalo debido a la compra de un campo millonario en la localidad de Henderson, Juan Manuel Palacios se alejó de la conducción de la UTA en 2007, tras 22 años en el poder. El último de los procesos de sustitución de un líder sindical en la conducción de un gran gremio se cerró hace apenas un mes cuando Sergio Palazzo, se impuso en las elecciones de La Bancaria y reemplazó formalmente a Juan José Zanola procesado por la causa que investiga “la mafia de los medicamentos”.
Lo que no distingue entre los motivos de la renovación de nombres son las características de quienes los reemplazan. En todos los casos los que “heredaron” las conducciones de los gremios son antiguos partícipes de gestión. En los 6 grandes gremios que renovaron autoridades en los últimos 10 años quienes sucedieron a los que abandonaron su lugar expresaron una continuidad de políticas, con pocos matices. Mismas listas, pocos cambios de nombres, casi ninguno de políticas.
Esta realidad es común en el sindicalismo argentino (con contadas excepciones) por lo que queda habilita un ineludible debate de cara a la sociedad sobre la necesidad de una reforma que permita una verdadera democracia sindical. Concretamente una mayor participación de los trabajadores, conceder poder de decisión a las bases, espacios de participación para la oposición, estatutos que no imposibiliten la presentación de listas y de candidatos, el surgimiento de regulaciones para evitar que se perpetúen las conducciones y el funcionamiento de los organismos de control son algunas de las medidas que podrían evitar situaciones como las narradas.
Por su parte los diputados Victor De Gennaro (CTA) y Facundo Moyano (CGT-Azopardo) presentarán proyectos propios en el congreso que apuntarán a generar reformas en las reglas de juego sindicales. De la modificatoria de la Ley de Asociaciones Profesionales que logren emergerá una nueva situación para los trabajadores. El desafío es conseguir que los gremios vuelvan a ser herramientas fundamentales de los trabajadores al servicio de sus necesidades y no un obstáculo.

*Periodista especializado en temas gremiales /  http://escritosdeclase.blogspot.com.ar / @ludistas

Nota originalmente publicada en Marcha

martes, 3 de septiembre de 2013

Ganancias: cambios para sacarlo de agenda

Por Jorge Duarte
El martes por la noche la Presidenta Cristina Fernández anunció modificaciones vinculadas al denominado impuesto a las ganancias para los asalariados y al sistema de asignaciones familiares. Estas fueron las primeras respuestas significativas del ejecutivo a la agenda sindical que resonaron fuerte. Repasemos los números detrás del anuncio y las interpretaciones.
Hace al menos dos años la agenda de reivindicaciones sindicales de todas las centrales de trabajadores incluye la suba del mínimo no imponible como uno de sus ítems. El martes por la noche la presidenta anunció que se aplicará una nueva deducción especial para que no tributen ganancias los asalariados que perciban hasta $15.000 brutos mensuales; que se eliminarán las diferencias entre trabajadores con y sin carga de familia; y que las modificaciones comenzarán a regir el primero de septiembre. Estas decisiones, comunicadas en el marco del segundo encuentro de diálogo social encabezado por el ejecutivo, fueron acompañadas por los dirigentes sindicales afines al gobierno nacional y marcaron el primer anuncio relevante para la “agenda laboral” desde la fractura de la CGT hace más de un año.
Las deducciones especiales anunciadas en torno a ganancias impactarán de lleno en los bolsillos de 1.300.000 asalariados que dejarán de ser alcanzados por el tributo. En este sentido, las estimaciones de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) precisaron que desde el primero de septiembre y hasta fin de año, el estado nacional debido a esta decisión dejará de recaudar un total de $4.495 millones que engrosarán el poder adquisitivo de los trabajadores. La idea es que ese dinero se vuelque al consumo y que sirva para potenciar la reactivación de la economía.
Si el reclamo por ganancias tomó relevancia en un mundo laboral signado por la informalidad (1 de cada 3 asalariados desarrollan su actividad en negro) es por la masividad que adquirió en los últimos años.  Las actualizaciones del mínimo no imponible que estuvieron por debajo de la inflación y de los promedios acordados para las recomposiciones salariales en paritarias desde 2008, la decisión de no ajustar el mínimo no imponible en 2009 y 2012 y la falta de ajuste en las escalas del tributo habían generado un desfasaje importante. Estas medidas generaron que se triplique la cantidad de asalariados que tributaba ganancias entre 2008 y 2012 y que quienes pagaban lo hagan con porcentajes más altos por la falta de ajuste en las escalas. Mientras que en 2008 el impuesto a las ganancias alcanzaba al 8,5% del total de los trabajadores registrados, en 2012 el porcentaje que pagaba llegaba al 25% de ese universo. Con los cambios anunciados el martes, desde el primero de septiembre deberá tributar ganancias un 10,2% de los registrados, lo que retrotrae la situación a cifras parecidas a las de 2008, cuando no era tema de agenda sindical.
Adicionalmente, se anunció que se elevará el mínimo no imponible un 20% para quienes perciban entre $15.001 y $25.000 lo que producirá un alivio para los casi 700.000 trabajadores que se encuentren en esa franja salarial. Por lo tanto, de los trabajadores comprendidos hasta ahora por ganancias, sólo unos 255.000 con ingresos superiores a $25.001 no verán mejorada su situación.
En el mismo momento se anunciaron cambios en el régimen de asignaciones familiares. También desde el primero de septiembre los montos a partir del cual se pierde el beneficio coincidirán con los que regirán para el pago de ganancias. De esta manera los trabajadores que no tributen ganancias percibirán asignaciones familiares, lo que constituye la restitución de 850.000 asignaciones por hijo. Actualmente, los pagos por hijo alcanzan a 3.193.503 chicos y desde el próximo mes se elevarán a 4.042.000 beneficiarios.
Este anuncio cubre, parcialmente, otro reclamo compartido por todas las centrales sindicales y retrotrae la situación a cifras similares a las de 2008, año a partir del cual se perdieron 750.000 asignaciones por hijo por las modificaciones al régimen.
Redistribución entre quienes
Con el impacto de la crisis internacional en 2008 se consolidó un proceso de redistribución de la riqueza que tuvo fuertes componentes endogámicos entre los trabajadores. De esta manera, con la paulatina incorporación de trabajadores a tributar ganancias por un lado y con la pérdida de asignaciones familiares por otro, fueron los propios trabajadores los que aportaron los recursos para subsidiar a otros trabajadores (ocupados o desocupados).
Este proceso de redistribución, fundamentalmente endogámico entre los asalariados, hasta el martes no logró amenazar los intereses de los grandes grupos concentrados de la economía. Aunque se esperaba que se grave la renta financiera y finalmente no ocurrió, se anunció que para compensar las cuentas fiscales se impondrá una tasa del 15% sobre las utilidades que arrojen la compra-venta de acciones y títulos valores que no coticen en Bolsa y se fijará una alícuota del 10% para los que cobren dividendos de empresas locales. Estas medidas lograrán recaudar $2.056 millones provenientes del sector privado y marcarán un cambio significativo del rumbo tomado en materia de redistribución en los últimos años. Resta ver si es un camino a seguir o una medida aislada.
Los padres de la criatura
Con el anuncio fresco comenzó la pelea por apropiarse de la medida. Desde los sectores sindicales vinculados al gobierno nacional intentan presentar las modificaciones de ganancias como fruto de sus gestiones en La Rosada. Antonio Caló, Secretario General de la CGT oficialista, sostuvo que los anuncios consistieron en “darle respuesta al pedido que hacían los trabajadores”. Por su parte Hugo Yasky, Secretario General de la CTA oficialista, entendió que “significa dar un paso adelante para tener un sistema tributario más justo en la Argentina”.
Los sectores sindicales opositores entienden que los anuncios son consecuencia de las movilizaciones que incorporaron a la agenda pública el tema cuando todavía era resistido por el oficialismo. Hugo Moyano, Secretario General de la CGT opositora, expresó que fueron los Camioneros quienes pusieron ganancias en debate con paros y movilizaciones. Pablo Micheli, Secretario General de la CTA disidente, puso énfasis en que “tomaron bien” la medida y dijo que “lo veníamos reclamando desde hacía dos años con marchas y paros". También los gremios de base clasistas que lideran grandes fábricas entienden que parte de la decisión del ejecutivo estuvo basada en la presión que pusieron en las calles.
Los dirigentes sindicales que integran el Frente Renovador tampoco dudaron en atribuirse las modificaciones a ganancias. Héctor Daer, Secretario General de Sanidad Buenos Aires y candidato a Diputado por el espacio de Massa, remarcó que "la decisión de la presidenta no es casual" porque "la baja del impuesto a las ganancias es el proyecto de Massa”.
La decisión del ejecutivo seguramente sopesó la situación gremial y electoral compleja. La necesidad de fortalecer las centrales sindicales afines y otorgarles un anuncio relevante cuando flaqueaban sus fuerzas, la posibilidad de retomar iniciativa política para mejorar su imagen luego de las P.A.S.O., la evaluación de una situación injusta en materia tributaria y la eventual reducción de la conflictividad sindical deben haber pesado al momento de resolver. Aunque la solución no llegó por ley, por lo que no se garantiza su continuidad en el mediano plazo, por un tiempo ganancias estará fuera de agenda.

*Periodista especializado en temas gremiales /  http://escritosdeclase.blogspot.com.ar / @ludistas

Nota originalmente publicada en Marcha