El estado del sistema ferroviario es materia de agenda pública y también los son los
subsidios que se destinan a financiarlo, la gestión en manos de privados y las condiciones que sufren los pasajeros diariamente. A la par las empresas dejan de cobrar boletos, un ingreso que pasó a ser marginal en relación a la magnitud de los subsidios percibidos y los negocios laterales que explotan.
El aumento del peso de los subsidios en el funcionamiento del sistema
ferroviario es evidente. En el transcurso de 2012 se transfirieron
desde el Estado Nacional un total de $4.708 millones para que circulen
los ramales urbanos. Esta cifra, comunicada por la Secretaría de
Transporte, representa un giro diario de $13 millones y encarna los
ingresos más importantes de las empresas que gestionan los servicios
urbanos de ferrocarriles. Vivir de los subsidios se convierte en un
negocio seguro que no requiere inversión. No ocurre lo mismo con lo
recaudado por venta de boletos.
Mientras los ingresos por subsidios se disparan, el sistema
ferroviario recoge cada vez menos por la venta de boletos. Según los
números informados por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte
(CNRT) los pasajeros transportados que abonan su pasaje tuvieron una
notable caída en los últimos años. Mientras que en 2010 pagaron su
ticket más de 419 millones de personas, en 2012 pagaron su ticket sólo
282 millones. Estas cifras se profundizan con el correr de los meses y
parecen ser un tema no abordado por los organismos de control.
Cuadro 1: Pasajeros transportados pagos Marzo 2010 / Marzo 2013
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la CNRT
En todas las líneas se muestra una importante disminución del “corte
de boletos” con excepción del Ramal San Martín donde se vendieron apenas
5% menos que hace 3 años. Sin dudas los casos más impactantes son los
de los ramales gestionados por la Unidad de Gestión Operativa Mitre
Sarmiento (UGOMS). Mientras que en el caso del ramal Mitre se puede
observar como actualmente transporta pagos el 31% de los pasajeros que
transportaba en 2010, en el caso del ramal Sarmiento se visualiza que
sólo vende el 12,56% de los pasajes que vendía en marzo de 2010. En los
ramales Urquiza (vende hoy 53% de lo que vendía en 2010) y Roca (vende
el 69% de lo que vendía en 2010) la reducción en la cantidad de tickets
vendidos también es importante.
Hay una multiplicidad de factores que se conjugan para aportar a la
reducción de la venta de pasajes. Los accidentes producidos en los
últimos años, las cancelaciones frecuentes en algunos ramales, la falta
de seguridad en diversas estaciones o los cierres de boleterías
prolongados son sólo algunos de ellos. Sin embargo es importante
remarcar que ante el peso cada vez menos relevante de los ingresos por
venta de boletos en las finanzas de las concesionarias han dejado de
preocuparse por cobrarlos. De ninguna manera el ramal Mitre, por
ejemplo, ha perdido el 68% de sus usuarios en 3 años.
Si repasamos los números que deja la suma total de los pasajes
vendidos en marzo de 2013 por los ramales urbanos encontramos que se
cortaron el 52,74% de los pasajes que se cortaban en 2010, esto implica
que se perdieron más de 180 millones de tickets. Pasajeros se han
perdido, muchos pasajes se han dejado de cobrar.
Cuadro 2: Disminución de pasajes vendidos por ramal Marzo 2010 / Marzo 2013
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la CNRT
Entonces, se evidencia que la venta de boletos que disminuye
progresivamente implica inversión en personal y controles para cobrar
tickets que en promedio rondan el $1,50, mientras que los subsidios
representan ingresos seguros que sostienen el costo operativo de los
ramales y no involucran mayores tareas.
Además, crecen en el sector los negocios colaterales vinculados a la
explotación de servicios, publicidad y espacios que son usufructuados
por los mismos concesionarios, lo que también representa ingresos sin
necesidad de mayor inversión. El Estado se convierte en socio en los
costos de lo “no rentable” pero no en las ganancias de lo rentable.
Si dividimos la cantidad de subsidios recibidos en 2012 por la
totalidad del sistema ferroviario urbano ($4.708 millones) por la
cantidad usuarios transportados que pagaron su boleto (282,5 millones de
personas) visualizamos que el Estado Nacional por cada ticket cortado
le aporta a las concesionarias $16,6. Estas cifras indican que por cada
boleto que paga un usuario de tren el Estado Nacional pone, en promedio,
11 veces ese monto. Las sumas oscilan entre los $5,72 que recibe el
Urquiza en materia de subsidio por cada pasaje vendido, hasta los
llamativos $44,55 que recibe el Belgrano Sur en el mismo concepto.
Cuadro 3: Subsidios por pasajeros por ramal en Pesos
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la CNRT y de la Secretaría de Transporte
El pasaje se convirtió en un negocio menor en el transporte. Los
concesionarios de los ramales urbanos, que con la salida de Cirigliano
son solamente dos (el Grupo Roggio y el Grupo Romero), han sido los
responsables de, por un lado, el cierre de boleterías, no sostener los
controles de pasajeros, no apuntalar la seguridad en las formaciones, ni
en las estaciones y, por otro, del estado del sistema ferroviario que
demuestra el proceso de desinversión del que es víctima. Si bien es
cierto que hubo expulsión de pasajeros potenciados post Tragedia de
Once, también es cierto que la enorme reducción de venta de boletos es
fruto de la falta de controles y la desinversión descripta
anteriormente.
Teniendo en cuenta la magnitud de los recursos estatales que se
destinan y las evidencias de las consecuencias de la gestión privada
resta plantear la necesidad de otro sistema de transporte donde lo
esencial sea el servicio público.
*Periodista especializado en temas gremiales / http://escritosdeclase.blogspot.com.ar/ / @ludistas
Nota originalmente publicada en Marcha
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